F R A G M E N T O S D E U N D I A R I O D I S C O N T I N U O




"Y como yo no cuento una historia, sino simplemente desgrano imagenes, no podran reprocharme que solo propongo fragmentos, queda entendido que lo que se expresa no es de propiedad privada afortunadamente, que no son originales ni siquiera los puntos suspensivos y menos aun las admiraciones..."



24.11.11

HACE UN AÑO...




A veces me invade la sensación de que habitas dentro de mi, de que nunca te fuiste de mi lado.

A veces te busco aun sin quererlo, por inercia, por que algo dentro de mi todavía no puede estar sin ti… hace tanto que debi olvidarme de ti, y no solo olvidarme, también odiarte por el daño que me hiciste, pero aun me sorprendo mirando el horizonte apuntando mis zapatos a seguir tus huellas,  resplandeciendo el sol escuchando tu guitarra, buscando oir tu voz en mis silencios, en cada lugar en el que no estuviste, en mi cama fría donde jamás dormiste pero 365 dias después… sigue pidiendo a gritos tu cuerpo.

A veces te busco, como quisiera saber si tu me buscas también, lo que daría por descubrirte atado como yo lo estoy a ti, atisbada de recuerdos hasta un abismo, mutilada del corazón para enamorarme una vez mas, con mis piernas alrededor tuyo incapaz de alejarme de tu cuerpo… tan lejos, con mi lengua anudada miedosa de pronunciar tu nombre.

A veces el mapa de mi mente me recuerda las direcciones que tome  para encontrarte, el instante preciso en que me diste un beso y detuviste el tiempo, y tanto tiempo después aun no logro ponerlo andar, anhelo para mi mirada tu sonrisa, para mis buenos días… solo tu voz…para mi piel tus manos enguantadas, tus uñas mordisqueadas, tus labios que tienen sabor de mi.

A veces no evito atizar el fuego inacabable que encendiste para mi, y no logro contener el amor que se me desborda cada dia que permanezco sin ti.

Se que el amor no lo encontrare en ti, se que el amor esta dentro de mi… pero me sigues haciendo falta para encontrarlo.


21.11.11

COINCIDIR...


Dices que me has venido buscando, si supieras cuanto te he estado esperando, esperando que mis ojos hagan rimas con los tuyos, que mis labios se conviertan en las metaforas de tu cielo...

Dices que me has venido buscando, y yo esperando las tardes plagadas de soles,
las mañanas invadidas de besos sin remitente,
las noches plagiadas de los sueños de tu mente,
esos sueños que yo soñe,
no se si antes o despues o al mismo tiempo,
no se si tu, no se si yo, no se si nadie....

Dices que me has venido buscando, y yo haciendo bosquejos de tus letras en mis renglones,
y yo fecundando mis besos a tus pasiones...
inventando un croquis para llegar al sitio donde te encuentres junto de mi....

Dices que me has venido buscando, y yo averiguando entre las estrellas una evidencia de que tu existes...
desprendiendo trozos de mi... que te trajeran aqui...
condenando a la eternidad las palabras escritas que sobran...
las miradas proscritas que lloran...

Dices que me has venido buscando, pero tu te encuentras llenando cada pagina de mi libro se esperas.





1.11.11



Las fotografias son instantes detenidos en la inmensidad de un tiempo que transcurre con prisa.

A mis veinticuatro años me resulta casi imposible de creer que alguna vez cuando fui niña no prestara suficiente atención, pasara por encima , por debajo y por los lados, me resulta aun mas difícil de pensar que algun dia hasta me avergonze de mi origen, cuando al llegar a la ciudad tenia la inocencia de la provincia.

Pero a los cuatro años me caí en un caño lleno de agua y lodo por saltar de un lado a otro recogiendo mirasoles, en las épocas de lluvia entre junio y septiembre, el campo, las milpas y el monte dejaban de ser verdes y se pintaban de un exquisito color morado, jamas vi tantas flores juntas, como esa parvada de mirasoles que saludaban al sol todas las mañanas, los botonsitos tenian un buen sabor, pero las flores abiertas eran hermosas y si te las ponias en los labios podias silbar tonaditas graciosas, era tal el follaje de flores y pasto que en ese entonces era tan alto como para llegar a mi cintura, me daba miedo salir sola, ir por el camino al medio dia era escuchar una orquesta incanzable de grillitos canturreando, pero tambien de cascabeles tomando el sol, me daba pavor la sola idea de tener que enfrentarme a viboras enormes como aquellas que vieran mi abuelita y mi mama que segun decian median mas de 10 metros, y con sus cascabeles dormian a los niños para luego mamar la leche materna.

El camino iba custodiado por enormes pinos, y todos  los domingos lo invadiamos los niños, los mas grandes y valientes eran capaces de subir hasta la punta y mecerse con el aire, los pequeños como yo, no alcanzabamos a subir aunque los grandes nos ayudaban como podian a trepar por entre las ramas, bajo aquel arbol paternal estaba el campo de futbol, y es que eramos muchisimos niños -minimo mas de veinte-  y despues de la comida en la casa grande, se armaban los partidos de futbol entre los chicos, eso en temporada de sequia, cuando la milpa no estaba inundada, y es que justo estaba a un lado de la milpa... la milpa, que fuera la madre de los retoños del maiz, luego orgullosa observara crecer esos retoños siempre con rumbo al cielo, el maiz es tan sagrado en Mexico que hablar de el es casi como hablar de un dios, no se desperdicia nada, de un grano de maiz nacen muchisimos granitos, y hasta las hojas para los tamales, los hongos de cuitlacoche, las cañas, o los tallos y las hojas  ya secos que alimentan el ganado, todo absolutamente todo se utiliza. Pero luego de la cosecha y de que los peones hicieran las pacas de maiz seco para alimento de las vacas, caballos y cerdos, llegaba la quema de la rosa, primero quemaban toda la milpa y despues, se hacia una presa en el rio hasta que en vez de milpa teniamos un lago artificial para nosotros solitos.

Cuando habia presa, era super bonito pasar las tardes por ahi, solo se escuchaba el sonido del agua bailando con el viento, los sauces llorones acariciando el agua con sus enormes ramas, llorandole... no se muy bien a que, algunos de mis primos hacian patitos en el agua, tomando piedritas planas que lanzadas en cierto angulo y determinada velocidad iban dando brinquitos sobre ella antes de hundirse, pero  lo mas importante ocurria muy por debajo, donde la tierra se nutria de toda esa agua contenida que la inundaba, y asi  cada año ese pedacito de tierra fue prodigo con todos nosotros.

En la barranca, tambien soliamos jugar, tomabamos vasitos de plastico atados a una varita que usabamos para pescar charalitos, acosiles y hasta ajolotes que lluego mi abuelita le cocinaba a mi abuelito, perdi muchisimas muñecas en ese rio, porque las dejaba ir por la corriente y yo corria para alcanzarlas rio abajo, pero... no siempre las alcanze, en esas ocasiones las mire irse, bastante frustrada por el que decirle a mi mama cuando me preguntara por la muñeca...

Dentro de la casa grande, habia dos enormes huertas de frutas, manzanas, ciruelos, peras e higos, tambien muchisimas flores, mi abuelo tenia romance con sus flores, las rosas le gustaban, particularmente las rosas rosas, tambien tenia lilis, alcatraces, y geranios muchos geranios, el arbol de peras tiene una florecita blanca muy pequeña, que se cae con el viento y parece que nieva a la luz del sol, y en otoño es tanta la cantidad de hojas, que apilabamos pequeñas montañitas aqui y alla que eran para nosotros las camas de nuestra casa de juegos, en la huerta habia patos, gallinas, pollitos, guajolotes, unos gansos asesinos, y a veces la crias de los animales, pequeños becerros, lechones y borreguitos, todos hermosos...

La pileta de agua siempre estaba cubierta de hojas e insectos, el agua helada que llegaba a congelarse en invierno.

Los cuartos llenos de maiz, que se dejaba secar al sol, y luego todos en familia desgranabamos con unos circulos rellenos de olotes de maiz y que se llamaban oloteras, para hacernos el trabajo ameno nos ponian a competir de quien desgranaba mas maiz, los tios grandes y fuertes, iban colocando el maiz en unas estructuras de madera llamadas coloteras, cuando los cuartos quedaban vacios metian en ellos enormes pacas de tallos secos y ahi, nosotros haciamos huecos donde improvisabamos escondites secretos a prueba de adultos.

Ya en la casa, el patio estaba lleno de flores, bugambilias, geranios, hierbabuena, cedrones, esa planta especial de olor extraño que llamamos ruda, y por supuesto... mas rosas, la cocina que siempre olia a comida con esos guisos que solo mi abuelita sabia hacer, el enorme corredor para ver hacia lo lejos... hacia el monte, hacia el camino y a veces melancolicamente mas y mas alla, yo creo que casi todos mirabamos mas alla, por eso nos fuimos en algun momento.

Ahora solo me quedan fotos empolvadas y recuerdos... ya no hay nada mas.