Todos nacimos con una sed innata de infinito
y mi infinito quedo varado en las estelas de tus ojos
que van dejando amores en cada cielo
aun no entiendo por que dios te hizo asi,
irresistible...
inevitable...
inalcanzable...
antes de ti y de tus letras el papel no tenia las cicatrices de la añoranza
de la nostalgia que siembra distancias
y tu estas alla
enamorado del amor
y yo estoy aqui
inevitablemente pensando en ti
en tus caricias
en tu ereccion permanente
y en mi,
en la humedad que me provocan estas lagrimas vacias
y me voy inventando tus miradas
tus besos, el calor de tu piel,
y me voy inventando la sombra, la luz,
los contratiempos y distanciamientos imaginarios
para gozar el reencuentro del corazon,
¡Por que todos nacimos con una sed innata de infinito¡
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Es cierto que la inmensidad nos espera porque somos parte de ella aunque la mediocridad de nuestras vidas nos obliga aferrarnos a cualquier cosa... El priaprismo al que te refieres conmociona mi interés por seguir leyéndote...
ResponderEliminarTal vez ese deseo de infinidad no es más que nuestra defensa al sentirnos tan efímeros, el problema es que aveces nos desorienta y no nos permite disfrutar plenamente nuestros instantes.
ResponderEliminar"Carpe Diem"