" PATIBULO"

Las abejas que siempre rondan mi cabello no dejan de zumbar. Mis musculos estan muy tensos como esas cuerdas de guitarra que de un momento a otro saltan al no poder soportar la presion. El miedo se ha apoderado de mi, lo siento en cada uno de los poros de mi piel en mis entrañas, en todo; la lengua seca, el estomago encogido y esa sensacion de malestar.

Registro cada uno d emis movimientos, no se me escapa nada, ni el mas minimo roce de mis ropas o la consistencia del piso del pasillo que debo recorrer desde el principio hasta el final, cada paso significa un esfuerzo sobrehumano, como si mi cuerpo qusiera demorar lo mas posible mi destino.

El hecho de que ya he perdido toda esperanza no alivia en nada el supilicio y esa sensacion de que el tiempo transcurre como piel espesa por un popote.

_¡No quiero morir¡

Estas palabras resonaraon en mi cabeza con una gran fuerza. Por un momento las abejas parecieron callar. Sabia que yo las habia pronunciado... era mi voz, sin embargo ningun sonido subio de mi garganta a los labios. Nada. Mis verdugos no se percataron de nada, ni nsiquiera el que camina junto a mi.

_No te preocupes, ya veras que cuando menos lo pienses ya todo habra pasado.

Yo habia oido antes esa voz muchas veces, pero nunca me parecio una carga tan grande de maldad y sorna, como burlandose. La manera de decir "No te preocupes" como si deveras le preocupara lo que yo siento en estos momentos, y ademas esa forma diabolica de pronunciar la ultima frase como arrastrando las silabas: "y-a   t-o-d-o   h-a-b-r-a   p-a-s-a-d-o". Casi no puedo reprimir las ganas de apretarle el cuello.

¿Ordenes de quien obdeceran? ¿Porque me escoltan a lo largo del pasillo? ¿Cuales son sus pensamientos?

¿Que quieren? ¿Que ganan con lo que va a pasarme?.

No me atrevo a voltear pero imagino sus rostros impavidos, sin expresion... tratando de disimular la incomodidad dela ropa especialmente usada para estas ocasiones. Alos dos de adelante puedo verles claramente el sudor que se les desprende de la nuca y va a perderse en algun lugar entre sus ropas.

La gente contempla silenciosa. Siento las miradas puestas en mi como queriendo averiguar que pienso, escudriñandome, revisandome de la cabeza a los pies. Alo mejor algunos me compadecen, otros seguramente piensan que me lo merezco. Lo veo en sus ojos.

El mundo se va haciendo mas pequeño. Todo lo recorrido no existe ya. Solo existe ahi enfrente la distancia que me falta por recorrer para llegar a la escalinata que marca el fin.Suena la voz de uno de los de atras que me dice:  _Esperate hay.

Su voz suena desntro d eun congelador como si sus palabras tuvieran gran peso y despues de pronunciadas se precipitaran contra el piso rompiendose en mil pedazos.

_Sube y sientate ahi.

¿Subir? eso es lo que yo quisiera. Subir pero hasta donde no pudieran alcanzarme. Huir, volar, escaparme.Pero no importa mi destino es este y debo calmarme, alguna vez tendria que pasar, debo resignarme, dejarme llevar. Luchar contra mi cuerpo que se resiste y trata de defenderme.

Pero algo mas fuerte que yo me impulsa a defenderme, ¿porque no escapar? ¿porque no aprovechar las palabras del ejecutor que actuan sobre todos como un calmante?. Podria escapar y vivir de nuevo. Ademas si fallo no tengo nada que perder. Si cuando menos el ejecutor dejara de hablar para poder concentrarme... si no me doy prisa pronto sera demasiado tarde.

No lo podre hacer, no puedo, lo mejor sera que me resigne, ademas ya el final se acerca, pronto todo habra pasado, el ejecutor continua su sermon y se que pronto pronunciara las palabras que significan mi condenacion eterna.

_Los declaro marido y mujer.