Con SANTOS los tratamientos de readaptacion no funcionan, como con ningun otro menor. De nada sirven los distintos departamentos destinados para tales efectos, ni la buena voluntad de Arturo.
El, se siente tan feliz como desdichado por dejar la pequeña carcel , pero de le antoja que su nuevo trabajo es el acontecimiento mas oportuno, su mejor pretexto. Sin embargo, el amargo sabor de boca que le dejo la noticia de que SANTOS acababa de escapar, no se le quita ni con la llamada del Procurador confirmandolo como Psicologo criminalista del Ministerio.
¿Como puede irse?, se pregunta, conociendo la existencia de este submundo en donde todo es adverso para estos pequeños, incluyendo al hecho de que al Director se le ocurriera poner como supervisor a Gonzalo quien ejerce su autoridad con un bat de besibol. Con el los programas rehabilitadores eran bateados todos los dias salpicando de sangre las conciencias de los empleados que no se atreven a denunciar esos abusos, excepto el, y lo unico que consiguio fue que le retiraran todo su apoyo.
Desde que el chico ingreso por primera vez le impacto su hermetismo e indiferecia, nunca pudieron investigar nombre y direccion de sus padres, a cada pregunta miraba fijamente a los ojos al entrevistador para despues clavar su mirada en el piso. Y asi podia permanecer durante horas. No lograron que hablara al respecto ni su perseverancia y paciencia , ni el bat de Gonzalo.
Llego ahi cuando lo sorprendieron robando una casa, era un "zorrero", segun la jerga de la que popularmente se le conoce, correccional. Asu edad, trece años, cuenta con nueve ingresos ya, de tal manera que el lugar ha llegado a convertirse en su casa, donde tiene techo y comida seguros, basta con delinquir para regresar. En una ocasion se recluyo voluntariamente buscando alivio a una herida navaja que bien atendida no llego a mayores.
Ningun intento para "reintegrarlo a la sociedad" sirve, solo es una frase hueca -piensa-, ¿A cual sociedad? se pregunta, ¿a la de niños drogadictos, a la de niños prostituidos, de pequeños ladrones, de niños de la calle?. Finalmente trataba a todos como si fueran sus hijos y les daba consejos ¿que mas podia hacer?. Llego ahi como un profesional y lo que estaba haciendo ahora era huir para no precesiar mas atrocidades.
Mentalmente repasaba expedientes, no vera en libertad a Jose, el muchacho estudiante de la prepa cuatro detenido injustamente por robo, nno sabra mas de David Calderon, sobrino de aquel señor secretario, que lo encerro por que, en su calidad de psicopata hacia peligrar la carrera politica del tio. "Mejor asi...mejor asi.. " piensa cerrando los ojos.
continuara...
Nos abres los ojos y nos sumerjes en el submundo de los mas débiles y desamparados. En un mundo donde tambien existen héroes casi anónimos, que ofrecen su mano a cambio de nada, por el simple echo de ayudar al desprotejido, al abandonado a su suerte, a quienes pasean por la calle como fantasmas invisibles a los ojos de quienes ignoran que existen.
ResponderEliminarEspero que pronto levantes el ánimo y no te instales para siempre en estas historias, que son una realidad. Una realidad que entristece el corazón.
Saludos amiga.
Para opinar obviedades, mejor me espero a ver cómo continua esto (pero de momento va gustándome)...
ResponderEliminarmUCHAS GRACIAS TINO NO TE APURES NADA MALO... NADA MALO, YA VENDRA LA SEGUNDA PARTE ESPERO ESCRIBIR MAÑANA Y ESPERO QUE TE GUSTE EL RELATO COMPLETO.
ResponderEliminarUN BEZASO.
gracias Mario te extraño¡¡ desaparecido...
ResponderEliminarUn beso.
Fragmentos de la "alta suciedad" que hace uso y abuso de sus abandonos, de sus olvidos sin recuedos, de sus espinas en los corazones más débiles, más necesitados.
ResponderEliminarY ahora a la espera de una segunda parte de este fragmento de la vida... de la vida misma!!!
Besos desde cerca
Bienvenido Gaston, pues tienes razon la verdad es que en mi pais y el tuyo y quizas como dijo mi querido Tino "EN TODOS" esto de la suciedad ya es masivo como un inconciente colectivo.
ResponderEliminarUn beso.