No soy una hija, ni una hermana, ni una madre, ni una amiga y tampoco una esposa.
No soy una taza de cafe, ni un cigarro, ni tampoco un libro.
No soy lo que escribo, ni lo que leo, ni tampoco lo que escucho.
No soy un cuadro, ni un maniqui, ni tampoco una muñeca.
Jamas fui lo que quisieron que fuera, ni ellos, ni ellas, ni el, ni tu.
No soy un ejemplo, ni una nota musical, no soy verso, ni poema, ni cancion...
No soy un fasntasma, ni una flor, ni una maquina de escribir, ni una sierva.
No soy esclava, mas tampoco soy el ama de nadie, ni incienso, ni maiz.
Jamas fui un titulo, ni un papel, diploma o reconocimiento, ni siquiera una boleta de calificaciones, mucho menos una mochila o cuaderno.
No fui pasión, ni sentimiento, ni lagrima, ni sonrisa.
No soy un cerebro y tampoco un corazón, no soy fluidos, ni soy una vagina.
No fui orgullo, ni pesar, ni amor, ni tristeza...
No soy muerte, ni olvido, ni recuerdo, ni gloria.
No soy muro, ni barrera, ni pistola, ni sangre.
No soy violín y tampoco soy niebla.
No soy ni ceniza, ni polvo, ni creyente, ni Diosa.
Tampoco fui bandera, ni nación, no soy piel, no soy tumor.
Ni grito, ni garganta, ni letra, ni palabra.
Como dice Carlos Huaman:
"De todo lo iracundo, elegí ser el viento"
Si eres viento, seras ojos, oidos, piel en incluso aliento, pero sobre todo eres libre, no te conviertas en huracán con los años.
ResponderEliminarIndudablemente viste de rojo ...Me gusta Eloisa
ResponderEliminarUn beso
Que bonita mente.
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